Soñé.
Me marqué metas.
Trabajé constante.
Crecí.
Pasado el tiempo, me choque con la realidad.
Me dolió.
Grité y me revele.
Perdí mi ancla.
Noches en blanco.
Noches en negro.
Noches en rojo.
Noches de sombras.
Decidí cambiar el foco.
Encontré la fuerza.
Redescubrí el sentido.
Me marque nuevas metas.
Resurgí.
Ahora estoy más segura, más tranquila, con más sentido del humor,
de alguna manera, más fuerte y libre.
Más plena.
Sigo centrada en trabajar mi mejor versión.
Alma Arconada