miércoles, 28 de noviembre de 2018

MIRADAS


Hoy, leyendo, me he encontrado con esta pregunta: ¿Bajo qué miradas me vivo?. Y me ha dado que pensar. Así que me he puesto a observar, para ser consciente de las miradas que me envuelven en mi día a día...

Miradas, miradas... 
Cuántos cruces de miradas a lo largo del día...

Miradas de indiferencia, que me esquivan. No se quieren encontrar con la mía. Bueno, en ocasiones, estas miradas buscan que me entere de que no se quieren encontrar con la mía, así que, la mirada de indiferencia se convierte en una especie de rechazo. 
Esas miradas, no duelen, me crean indolencia, pereza, a veces risa. Esas miradas no habla de mí, hablan de cómo son ellos...

Miradas de juicio, miradas que señalan si cumples o no cumples, si eres o no eres, si haces o no haces, si dices o no dices... Miradas que escudriñan, etiquetan, moralizan, imponen, reprochan, señalan, marañan intenciones ajenas, gozan de verdad absoluta. Esas miradas pesan, alejan, me crean incompatibilidad, me dejan estupefacta. Pues yo, si algo no poseo, es la verdad...

Hay miradas que demandan lo mejor de uno mismo, dónde la cabida al error, por supuesto se entiende, pero mejor que no se dé; dónde hay que tener la palabra y el gesto oportunos. Estas miradas me provocan carga emocional, y, a veces, agotamiento.

Miradas de ayuda, ojos tristes, ansiosos de ser aliviados, o simplemente acompañados, sostenidos. Miradas que piden hilo para coser sus heridas. Esas miradas conmueven el alma, mueven los pies y las manos.

Otras miradas que piden ayuda, son porque quieren hacer o compartir conmigo algún proyecto o una tarea, esas miradas suman, son miradas llenas de ilusión, alegría, me transmiten confianza hacia mi capacidad. 

Miradas que abrazan. Esas que, con el brillo de su mirada, transmiten un sinfín de emociones. Miradas “hogar”, que acogen, son refugio, que saben con mirarte que te pasa. Miradas expertas en despertar calma. Miradas que sonríen. Miradas que brillan y contagian su luz. Miradas de bondad, que crean filamentos de afecto.

Tengo el convencimiento, que cuando alguien nos mira, y en su mirar, acoge con cariño nuestro ser; lo contempla y lo acepta como es, no juzga, no reprocha, en ese cruce de miradas nace la transformación, nace la sinergia.

Por eso, cuando miramos, revelamos el mundo interior que nos habita. Si hay amor en el interior, amorosa será la mirada, si hay compasión, compasiva será la mirada, y si hay perdón, será misericordiosa. Y sólo desde esa profundidad de miradas nuestros ojos se encuentran.

Que cuando nos encontremos, nos miremos con el alma y esas miradas se abracen.

ALMA ARCONADA 



lunes, 12 de noviembre de 2018

POEMA DEL OTOÑO


Las estaciones hacen que el mismo lugar sea distinto mes a mes. Con las estaciones cambia nuestro entorno, los colores, las plantas, como está el suelo, la ciudad, la luz, el agua que lleva el río, los sonidos, los olores, la ciudad también ofrece sus variaciones, los sabores con los frutos que la naturaleza nos ofrece… Así hemos vivido y disfrutado el otoño, y os lo mostramos con unos vídeos que hemos hecho, dejo abajo del poema los enlaces.

                     POEMA

Cuando miro el otoño
me emociono,
por sus colores, sabores, olores.

Amarillos, naranjas,
marrón y rojos,
verdes apagados,
que inspiran a poetas, pintores y bonitos amores.

Otoño variado,
igual me pongo el chaquetón, 
que me tomo un helado, 
o que me pilla la lluvia 
y me cojo un constipado.

Las hojas secas 
cubre los caminos,
me encanta pisarlas 
y su sonido.

Ver el rocío de la mañana  
colgar sobre la tela de araña.

¡Que bonito el otoño!
un regalo que la naturaleza nos da
para disfrutar .

Vive el otoño

               ALMA  ARCONADA

- Recitando y aprendiendo el poema:   https://youtu.be/DFZhzxtJQhc

- Cantando y signando el otoño:  https://youtu.be/hHXO2aniqB8

- Postres, saboreando el otoño:  https://youtu.be/VdrD6Q-Demc

- Vive el otoño: https://youtu.be/wYCCRbWAzH8 
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