Me encanta estrenar. Hay algo especial en comenzar algo nuevo: la sensación de un inicio fresco, la ilusión de lo desconocido y la invitación a soñar con lo que podemos llegar a ser.
Recibo este 2025 con el corazón abierto, como quien abre un regalo inesperado. Lo abrazo como una oportunidad para priorizar mi bienestar emocional, cultivarme interiormente y caminar con mayor consciencia. En esto estoy enfocada.
Tengo objetivos que ya son parte de mí, hábitos en los que sigo trabajando y que he interiorizado profundamente. Este año, me propongo algo sencillo pero poderoso:
• Un pensamiento a la vez.
• Una cosa a la vez.
• Un día a la vez.
Porque en la calma de cada momento se encuentra la fuerza para enfrentar lo que venga.
También me hago una pregunta: ¿Qué quiero para este 2025?
No como una lista interminable de propósitos, sino como una reflexión sincera sobre lo que realmente me mueve y me llena. Quiero abrazar mi espiritualidad, estar presente para quienes amo y seguir creciendo como persona.
El año se presenta ante mí como una partitura en blanco, lista para que escriba mi canción. No necesito componerla toda en enero; tengo el privilegio de crear algo que refleje quién soy y quién anhelo ser: la mujer que he soñado.
Este 2025 quiero que mi vida suene auténtica, armónica y llena de significado.
Empezamos 2025.
Alma Arconada